Ha sido una aventura, desde el verano pasado estoy metido en esta historia y ya ni se cuanta horas le he puesto. La verdad no se como Tania y Nico me han aguantao todo este tiempo. Nico me decia: “papá que pesao con la silla”, reconozco que a veces he estado monotemático.
Y es que a quién se le ocurre inventar una silla, ¿esto no estará ya inventado?, me decía todo el mundo. Pues yo creo que no porque he pasado dias (meses) buscando cosas parecidas, en fin, nunca se sabe. El caso es que la patente está presentada y ahora un funcionario en Madrid estará buscando en todo el mundo cualquier cosa que se le parezca para ver si me concede la patente definitiva.
Es una locura todo el trabajo que tiene esto. Estas cosas las suelen hacer un equipo multidisciplinar (¿así se debe decir no?), un ingeniero para el diseño industrial, un abogado para la patente, que no deja de ser un documento legal con todo lo farragoso que tiene, un diseñador para la marca creativa, la web, redes sociales, tecnicos para la fabricación, etc, etc. pero eso, queridos amigos, vale un pastón, así que donde no llega el dinero llega la imaginación y el entusiasmo (y los colegas), porque he pringao a todo el que he podido, muchas gracias a todos y ahora es cuando empieza el trabajo de verdad.
Así que no me digáis, “que bonico está”, ni “que chulo es”. Necesito que vengáis y lo probéis, que tenemos 4 prototipos para fundir.
Ya está lanzado en preventa en Kickstarter nuestra web, en el menu tenéis el botón de Comprar. Para el que no sepa lo que es eso, es un crowdfunding, que para el que tampoco sepa lo que es, es que la gente lo compra antes de que se fabrique, y así aparte de colaborar y apoyar la idea se ahorra un dinerito.
Vamos Liberto Jose Amate Salvador a por todas. Gracias Teresa Tarifa, Pablito, Leti Suisse, Kike, Jose (de tic tac motion), David Aldavero, Silvia, Manuel Martinez, Estela, Mestrus, Cristina Pazos Rodríguez, Antonio y Carlos de eca tapicerias, a David Aldavero, y por supuesto a mi amol Tania Romero Rosales y a Nico que me alegra la vida, y me quedan muchos a los que agradecer pero se está alargando mucho este mensaje… y no se, me vino de pronto a la cabeza mi madre y me la imaginé cosiendo los cojines…
Bueno y para los que sean tan vagos que ni así quieran palear pueden subirse en mi barquito de El Cabo a Fondo que hasta que no me haga rico vendiendo el PaddleSit tendré que seguir trabajando.
